lunes, 3 de junio de 2013

SALIR DEL CLÓSET...


 
 LO QUE PIENSO...
 
 
Y para mucha gente que vive aún bajo los roles tradicionales donde el sexo es un tema tabú, del que todos platican pero nadie habla, aclarar dónde juegas tú en el tablero de la sexualidad es muy importante. 
 
Hoy en día, gracias a que los roles sexuales y de género se han discutido cotidianamente en los medios masivos (televisión, cine, publicidad, arte) es mucho más común que menos gente viva en el clóset de alguna conducta sexual: "Lo que se ve, no se pregunta", contestó Juan Gabriel a más de 40 años en que la prensa de espectáculos vivió sobre especular acerca de su orientación sexual. 
 
Mi respuesta fue otra. Yo tenía unos 16 años, era 1992 y Café Tacvba era mi soundtrack personal para sobrevivir a la vida. Usaba botas de casquillo, faldas hechas con jergas de colores y blusas típicas (eso último no ha cambiado). Además tenía media cabeza rapada. Mi padre, un hombre al que vi sin corbata de moño unas 10 veces en mi vida, me preguntó con curiosidad genuina: "Mija, ¿a ti te gustan las mujeres?" Yo me detuve un segundo a pensar la pregunta y contesté con toda la inocencia que ya no conozco: "No sé pa'". 
 
Y no sabía, de verdad no sabía. Había tenido novios, pero eso no quería decir que no pensara que las mujeres me parecían la cosa más hermosa del mundo. De verdad. Por guapos, bonitos, bien producidos que sean ellos, jamás serán tan bonitos como nosotras. Pero no sabía si esa admiración hacia el cuerpo femenino era mera estética o era sexualmente atractiva para mí. 
 
Me tomó dos matrimonios, mucha terapia y mucho sexo heterosexual entender que también me gustaban las mujeres. ¿Salir del clóset? No sé si lo hice. Vaya, digamos que aquí, en esta nota con ustedes, lo acabo de hacer. Pero no tuve oportunidad de contarle eso a mi papá, porque murió antes. Y mi familia restante está conformada por gente mucho más joven que yo. Salir del clóset con ellos consistió básicamente en voltear a ver a la misma mujer en la calle con cara de cachorrillo perdido. 
 
Los roles sexuales, las identidades sexuales hoy son muy diferentes, pero salir del clóset sigue siendo ese momento cumbre en la vida de muchas personas que vivimos nuestra sexualidad de manera no tradicional. 
 
 
 
 
Si estás pensando en compartir esto con los demás, mi consejo es:
 
  • 1.- Recuerda siempre que un heterosexual monógamo no tiene por qué salir del clóset.
  • 2.- Tu sexualidad es un asunto privado, que compartes sólo con quién quieres hacerlo. Cómo vives tu sexualidad es una actitud que efectivamente involucra tus actitudes en todos los aspectos de tu vida. Si eres congruente con tus intereses sexuales y tu forma de ver la vida, no hay ningún clóset del cuál salir.
  • 3.- Habrá quién desde un inicio crea que algo diferente a ser heterosexual y monógamo no es normal, sano, moral, ético. Si dentro de la gente importante en tu vida hay alguien así, ten paciencia, no lo hables hasta que no te sientas segura de quién eres y cómo te puede afectar su opinión.
  • 4.- Tu ser sexual lo defines tú, y aunque todo mundo tenga una opinión sobre qué debe ser el sexo, nadie tiene derecho a imponer esa opinión en ti.

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